El alma de áfrica está presente en el 60% de los jugadores de la Selección campeona del mundo Rusia 2018, un total de 14 de 23 jugadores tienen descendencia del continente negro. Hijos de emigrantes son los que mas se caracterizan, nacieron en Francia pero sus padres son afrodescendientes.
Puntualmente 2 de ellos han nacido en tierras africanas, el caso de Samuel Umtiti (Camerún) y Steve Mandandan (República Democrática del Congo)
Los otros jugadores son:
- Presnel Kimpembe (República Democrática del Congo)
- Benjamin Mendy (Senegal)
- Adil Rami (Marruecos
- Djibril Sidibé (Malí)
- N'golo Kanté (Malí)
- Blaise Matuidi (Angola)
- Steven N'zonzi (República Democrática del Congo)
- Paul Pogba (Guinea)
- Corentin Tolisso (Togo)
- Ousmane Dembelé (Malí y Senegal)
- Nabil Fekir (Argelia)
- Kylian Mbappé (Argelia y Camerún)
África ha logrado ganar ya mundiales menores sub17 y sub20 con las selecciones de Ghana y Nigeria, y ahora tiene la particularidad que más de la mitad del equipo francés son descendientes africanos y claro que es algo que deben celebrar porque el sueño no es solo de ellos sino de su familias que ven el fútbol como una manera de salir de la pobreza ya que es un continente el cual vive muchísimas necesidades y si en algo ayuda esto a sentirse felices y orgullos de sus raíces es de gran satisfacción.
En el equipo que ganó el título mundial de 1998 apenas ocho de los 22 jugadores tenían padre y madre franceses. El resto tenían ascendencia africana, árabe y latina. Francia es una de los países con más inmigrantes en el mundo e incluso se calcula que un 10% de su población es de raza negra y esta multiculturalidad se reflejaba en Les Bleus.